domingo, 10 de julio de 2011

El final sólo es el comienzo.



“Gracias mama”. Sólo pude decirte eso. Sabes que soy extremadamente seca, lo único que hago para demostrar mi cariño es la mano en el hombro para saludar, soy muy tímida, escondo mis sentimientos muy en lo profundo y respiro. Me hago la fuerte y digo: gracias que lindo J Y nada más. Aunque quisiera decir muchísimas cosas que sabemos que terminan en lágrimas y una montaña de pañuelos. El tiempo me fue enseñando a ser así, o iba a terminar desplomada en el piso suicidada. Es la verdad, a los 10 años lloraba porque me sacaran la hebillita que tenía en la cabeza; porque me digan Miguel en vez de Mica. Todo eso se combina con mi timidez que me ponen más seca, aparentando algo que no soy. No es así: soy híper sensible, a veces despego la mente y no vuelvo más, me pongo a pensar en cosas que no tienen nada que ver con lo que están hablando o lo que estoy viendo. Un ejemplo concreto: me pongo a ver (por ejemplo) sex and the city y estoy pensando en la vez que anduve en bicicleta y me caí, Cualquiera.
¿Qué ponerte mamá? Si ya sabes todo. No pretendo que leas esto, porque seguramente ni sabes que existe esta página. Pero por lo menos lo dije, me lo saqué de encima.
Perdoname por todo, por las cagadas que  me mandé, por las venas que te hice estallar (hipotéticamente), por la plata mal gastada, por arruinar tu cuerpo, por robarte la ropa, perdoname por quererte. Ahí está, escribo y me viene la lágrima. ¡No sirvo para esto, carajo!
Gracias por bancarme en mi crecimiento, gracias por bancarme en todas los días, prometo compensarte todo lo que hiciste algún día. Toda la mala suerte y todo el karma se va a acabar, y vas a tener la vida que siempre quisiste. Sólo dame mi tiempo, dame mi espacio, dame lo que nunca te exigí, dame paciencia, dame todo lo que puedas darme con tus brazos, que te lo voy a devolver
Te amo.