Provecho de disfrutar.
Sentirse bien. Respirar y sentir esa felicidad interna, ese resplandor por dentro. Lo he sentido varias veces; lo llegaría a considerar el momento en que uno está seguro de lo que siente, que tiene todo lo que siempre quiso. ¿Tener? Diría que sí. Mucha gente no se sienta y piensa en todo lo que tiene a su alrededor. Todo lo que logró con estos años, todo el sacrificio. Yo me siento, y me pongo a pensar en mi futuro, en que hacer de mi vida, que seguir. Ahora, se lo pregunto a cualquier persona de mi edad, No me lo sabe responder. Como dije antes, hay sentarse y pensar en lo que se tiene. Yo tuve el mundo en mis manos por un momento. Lo siento, lo percibo; el problema es: ¿Cuándo lo tuve? Estoy segurísima que en algún momento tuve mi momento de resplandor, de auge. Cada persona lo tuvo, seguramente. No me refiero a lo físico, sino a lo emocional, no me refiero a una persona que tiene a todos a sus pies, ni a alguien en especial a los pies, sino por dentro siente que todo lo que hizo, tuvo su provecho, su justificación y por fin lo está disfrutando. ¿Disfrutar? Hoy me desperté para las preguntas. Disfrutar tiene muchísimos sentidos: físicos, emocionales, sociales, de todo tipo. Muchas personas malgastan el físico, es algo importante, algo que no se le entrega a cualquiera. Emocional; en este punto me detengo. Disfrutar lo emocional: saber que todo tuvo su por qué; ninguna persona hace una acción sin su justificación al igual que cada error. Disfrutar lo que se tiene día a día, no me refiero a gritar a los 4 vientos: GRACIAS GRACIAS! No, sólo sentirse bien consigo mismo, ya que cada uno hace lo que puede para su propio provecho. Luego me refiero al sentido social. Disfrutar lo social. Si una persona viviese sola, en el mundo, creo que sería una persona muy especial (aunque antes que soportar a los demás, uno se tiene que soportar a sí mismo). El humano necesita de la compañía de otro ser humano; es esencial. Disfrutar la compañía de los amigos, familiares, de cualquier cosa que tenga vida propia. (Podría llegar a considerar los fantasmas). Solamente...
Disfrutar lo que el día nos da.