Nuestra historia, así la escribimos.
Una tarde como esta, con el día así, me pongo a ver fotos. Siempre termino llegando a las tuyas, y me acuerdo de todos esos recuerdos. ¿Por qué negar que fueron lindos momentos? Quizás hayamos tenido esas horribles peleas, o discusiones; pero más allá de todo, yo te amaba. Me decían que vos estabas enamoradísimo de mí, pensabas en mí todo el tiempo (la mayoría según vos). Hoy pasaron más de 4 meses, casi 5 y te sigo queriendo. Sigo sintiendo esa sensación que sentía sólo cuando estaba con vos. Siento esos abrazos, esos besos, esas miradas cómplices de todo. Cómo poder decirte todo lo que te quise, fue demasiado para mí. Me pegaste muy en el interior, y aún sigo teniendo eso adentro. Me hiciste sentir cosas que no había sentido por nadie. No me obsesioné con vos, no me enamoré de tu físico, me enamoré de tu interior; aparentando ser el hombre más seco del mundo, el más serio, terminaste siendo la persona más tierna, más dulce, más cariñosa del mundo entero, y no sabría definirte que otras cosas más hermosas me hiciste sentir. Pude ver con otros ojos dentro de tus ojos, y eras una persona cálida, buscabas lo mismo que yo, querías enamorarte, algo serio en tu vida. Lo conseguimos, ambos, y no salió tan bien como esperábamos. Somos dos personas en pleno crecimiento físico y mental. Yo soy una mujer, con eso te digo todo; y vos todavía seguís siendo ese nene que soliste ser. No puedo cambiarme ni puedo cambiarte. No pudimos forzar la relación más de lo que se daba, si intentábamos salir adelante y nos íbamos para atrás. Todo era negativo, cuando creíamos que era positivo. Pero más allá de las diferencias y los problemas, como dije antes, tuvimos nuestros momentos. Cada vez que veo una película, que escucho una canción, que voy a algún lugar, me acuerdo de vos, porque compartí muchísimas cosas que nunca había compartido con alguien, de esa forma.
Sabes que en lo profundo de mi quiero gritarte todo lo que siento por vos, que nunca lo sentí con nadie; aunque seas petiso, aunque seas de la forma que sos, aun así, sigo queriéndote como lo hice hace unos meses. Es la cruda y pura verdad, nunca me desenamoré. Quizás vos si lo hiciste, saliste adelante, sacaste la última gota dentro tuyo y me lograste olvidar; ¿Cómo hiciste? Sigo mirando tus fotos, sigo hablando con tu familia, sigo acordándome constantemente de vos, y si, lo digo: No quiero olvidarte. No quiero olvidar esos momentos, esos días; me hiciste pasar el mejor verano de mi vida, y no quiero olvidarlo. Por ahí para vos no, pero no me interesa.
Sigo sintiendo ese “algo” mirándote a los ojos, sonriéndote, intentando poder decirte algo, preguntarte como estas, como anda tu familia, tu vida. No pretendo estar al día con tus temas, sólo quiero poder decirte un hola sin tenerte vergüenza. Todavía no entiendo, todos me dicen que no sos para mí, que me merezco más, algo mejor. No quiero algo mejor, te quiero a vos y a nadie más. Si me dieran a elegir entre muchos, ¿Dudaría? La respuesta está clara, no quiero elegir entre otros, quiero elegirte a vos. Quiero estar con vos, quiero vivir el resto de mi vida con vos, no quiero perderte de la manera más estúpida, porque así lo fue. Sos la persona a la cual elijo consumirme completamente,