sábado, 9 de julio de 2011

¿Paciencia? Sí, soledad.



No hay algo más lindo que quedarse solo en casa. Estás en tu mundo, nadie te jode. Podes andar en pelotas por toda la casa y a nadie le molesta (en mi caso no, vivo en un departamento). Podes hacer todo lo que se te canta, comer a la hora que se te canta, llorar, apagarte, calmarte, descansar... Lo mejor de quedarme sola es que puedo escribir tranquila, me pongo música relajante y mi cabeza empieza a dictarme. Hay veces que me levanto y mi cabeza no se calla. Hoy me levanté y dije: tengo que quedarme sola; tengo que desahogarme, sino empieza la semana y tengo la cabeza que me estalla. Siento que si me despierto temprano, tengo la necesidad de prender mi notebook y empezar a escribir. Mi mente no piensa, mis dedos se mueven solos. En estos momentos diría: “Tengo la inspiración por las nubes”.
Últimamente estoy sintiéndome mejor conmigo misma, creo que desahogarme del pasado es lo mejor que puedo hacer. Escribir y sacarme todo de encima. No dejar que se me acumule absolutamente nada. Hice el primer paso ayer, fue como sacarme una mochila pesadísima de encima. No esperaba nada a cambio, no esperaba una crítica, absolutamente nada. Obtuve a cambio algo que selló la carta, la metió en una botella y la lanzó al mar.
Gracias por hacerlo